observatorio_bajaPERSONAJES

  • Galileo Pérez Pérez
  • William Azcarraga Slim
  • Señora Alcohólica

ESCENA UNO

(Una vinatería a media noche. Nadie atiende detrás del mostrador. Dos hombres de apariencia engañosa, ni jóvenes ni viejos, ni ricos ni pobres, discuten del otro lado de la vitrina, o hacen como que discuten entre ellos)

Galileo Pérez Pérez: —Las estrellas del cielo son tan misteriosas, su imagen titilante llega a nosotros como un mensaje de otros mundos. Eso de que llegue a nosotros es un decir, en realidad cuando las observamos ellas ya han muerto, solo vemos el último suspiro que exhalan después de cien millones de años de existencia.

William Azcarraga Slim: —Recuerdo las novelas del canal dos, ahí sí que había muchas estrellas; cuando yo tenía televisor, sí, cuando yo tenía televisor y radio y lavadora. La verdad es que siempre me gustó más el canal once, aunque aquí en provincia no se ve. Aquí en provincia puros programas policíacos con sus gobernadores con cáncer y médicos alborotadores que son arrestados, pero nada del canal once, ¡ay, cuántos recuerdos de la capital!, el canal dos con su Lucerito y su Pedrito Fernández. ¿Qué pasaban en el canal once?

Galileo Pérez Pérez: — La velocidad de la luz,  el acelerador de partículas, el origen del tiempo. ¿Por qué el demiurgo permite tanto sufrimiento, para qué tanta implosión en el universo? Es tan confuso y sin embargo se mueve, mira lo que voy hacer, dejaré caer esta botella de vino al suelo y la fuerza de gravedad hará el resto.

William Azcarraga Slim: —Me gustaba mucho Alcanzar una estrella, que la repitan, una y otra vez que la repitan. (Susurrando y sobándose las manos) La repetición es la esencia de la televisión, nos permite tener conciencia de los detalles. ¡Muñecos de papel! ¡La segunda parte de Alcanzar una estrella! Hablaré con el director, tenemos que repetirla, que repetirla, repetirla. ¿Dónde estás Ricky Martin? Seguramente no le gusta el ambiente rural…


 

ESCENA DOS

(Una señora entra a la misma Vinatería. Busca al despachador pero no lo encuentra. Repara en los personajes que aparentemente discuten entre ellos. Los escucha por un momento)

William Azcarraga Slim: Canal cinco, canal dos, canal diez, canal once. Muchas estrellas internacionales, supernovas del entretenimiento, está Andrés García, Tatiana, Memo del Bosque, están todos alumbrando el cielo oscuro del aburrimiento.

Galileo Pérez Pérez: Como la lluvia de estrellas en una noche de playa (señala el suelo), este cielo que piso se expande y se contrae. Algún día lloverán estrellas del suelo, porque desde la teoría relativista esto es posible, porque he leído Historia del Tiempo. Las enanas blancas están vigilándonos (voltea a ver a la señora), ¡cuidado con el hoyo negro!

(La señora observa el suelo con cara de incredulidad)

Señora Alcohólica: No veo ningún hoyo negro, ¿está usted seguro?  Y ¿qué es un hoyo negro? ¿Son venenosos? Vi abierto y pensé que…

William Azcarraga Slim: (Interrumpiéndola) Mi programa favorito era el de Nino Canún, ¿habrá muerto ya Nino Canún?

Galileo Pérez Pérez: Pobres de las estrellas que se mueren, los cementerios de estrellas deben de ser muy caros y grandes. Me lo dijo Stephen Hawking cuando hablamos del big bang. Pobres estrellas, lo velorios de las estrellas, seguro habrá mucho hidrógeno regado por ahí, la metamorfosis, su conversión a gigante roja, entonces no han muerto sino que se han convertido en un sol como el que no nos alumbra ahora.

Señora Alcohólica: Nino Canún salía por el canal de las estrellas y creo que sigue vivo. No hay cementerios de estrellas, eso es una tontería. Quería preguntarles si saben ustedes de la persona que…

William Azcarraga Slim: (Tocando la nariz de la señora) Usted tiene el perfil de una actriz profesional.

Galileo Pérez Pérez: El perfil de una estrella es inescrutable, su forma indefinible, la información que nosotros tenemos es engañosa, los sentidos nos traicionan. Las estrellas están compuestas de una masa incandescente, su temperatura y presión aumentan rápidamente hacia el centro.

Señora Alcohólica: No sé nada de astrología o astronomía, o lo que sea. Tampoco me interesa ser actriz. Yo quiero preguntarles si saben algo de la persona que atiende esta Vinatería, pues necesito un vino tinto, me urge, ya es tarde y me están esperando.

Galileo Pérez Pérez: (Muy enojado) ¡Esto es un observatorio!

William Azcarraga Slim: Te equivocas amigo, esto es un estudio de grabación, lo que ves aquí es solo utilería. Como en La Guerra de las Galaxias, ahí sí que había estrellas.

Señora Alcohólica: Están locos, locos de remate, ahora me doy cuenta. (Volteando hacia el mostrador)¿Dónde está el que atiende aquí? ¡Quiero! Alguien que me atienda, por favor.

Galileo Pérez y Pérez: Aunque Dios haya creado al universo está en nuestras manos descubrir las leyes eternas que lo rigen.

William Azcarraga Slim: Es un buen papel ese de Dios, pero difícil. (Dirigiéndose a la señora) Usted podría ser la madre que ha matado a sus hijos, la estoy viendo, ni mandada a hacer.

Galileo Pérez Pérez: Y su bata blanca que debe llevar todo científico, ¿la trajo?

Señora Alcohólica: Locos de remate, ustedes están mal, o no sé si fueron las copas de vino que tomé antes o es que estoy soñando. Me voy, definitivamente me voy de aquí. Tengo que dejar de tomar. ¿Es una broma, verdad?

Galileo Pérez Pérez: En el espacio los lenguajes son espaciales. Aristarco de Samos habló conmigo ayer, me dijo que iba bien, voy bien.

William Azcarraga Slim: ¡Claro! La telenovela del espacio. Jaime Maussan tiene que participar en esta producción.

Señora Alcohólica: (Sale corriendo de la vinatería) ¡Basta ya!

(La supuesta conversación continúa, los dos personajes siguen, como al principio, hablando como si nada ni nadie hubiera pasado por ahí. Oscuro)

Fin.

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