“Se traían plantas medicinales de comarcas lejanas con el objeto de estudiar sus propiedades y Motecuhzoma mandaba sus médicos hiciesen experiencias de aquellas yerbas y curasen a los caballeros de su corte con las que más tuviesen conocidas y experimentadas”. Motolinía (1941, p. 203)

Se denomina herbolaria al conjunto de conocimientos relativos a las propiedades curativas de las plantas. La herbolaria tiene su base en el conocimiento tradicional o etnoconocimiento forjado por la interacción ser humano-planta en indudable coevolución en todas las formas, en simbiosis con la vegetación de su entorno, reforzando su conocimiento a través del tiempo, en sincretismo con culturas diferentes, adoptando y mejorando las formas y usos, enriqueciéndose; siempre con el fin de dar la mejor atención a los necesitados. Es así como nuestra herbolaria y medicina tradicional evolucionan sin perder su valor a pesar de todos los intentos por desprestigiarla [1].

Todos los pueblos del mundo han usado las plantas medicinales para atender sus problemas de salud.

Todos los pueblos del mundo han usado las plantas medicinales para atender sus problemas de salud y una gran mayoría, desarrollados y en desarrollo, siguen haciendo uso de ellas actualmente [2]; la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce, desde los años setenta, el valor de la herbolaria como una práctica que proviene de los pueblos indígenas, que ayuda en el tratamiento de enfermedades y tiene un papel fundamental en la cultura de diversos países.

México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en el número de plantas medicinales registradas.

Desde el punto de vista de la biodiversidad; México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en el número de plantas medicinales registradas (con 4500 plantas), después de China (que tiene registradas 5000). En tercer lugar está Colombia (con 2600 plantas). De toda ellas,  sólo se han estudiado en toda la historia unas 500 [3]>.

En la actualidad la herbolaria tiene un aporte significativo a la economía de sectores marginados y excluidos.

La herbolaria, la medicina tradicional y los procesos de domesticación de las especies, sí como los cultivos nativos, sin duda han trascendido la conquista, las brechas generacionales y las tendencias o modas por estar estrechamente vinculadas con la salud, alimentación, cultura y economía de los pueblos originarios de México. En la actualidad la herbolaria tiene un aporte significativo a la economía de sectores marginados y excluidos. Las comunidades de las zonas rurales tienen un apoyo a su economía en la recolección de especies silvestres, aunque esta es mínima debido a los intermediarios.

Retomar a la Herbolaria en nuestra cotidianeidad, no solo de atención  a la salud, sino también a aquellas de comunión con el entorno natural, depende de un esfuerzo conjunto entre el Gobierno, la Iniciativa privada y las Instituciones educativas; dicho esfuerzo debe estar enfocado en la revalorización y dignificación del recurso botánico, de las comunidades que preservan y aplican dichos conocimientos y del usuario que  prefiere la Herbolaria sobre otras prácticas médica y culturales. C2

 

Referencias

[1] Programa para la recuperación de la medicina tradicional y la herbolaria en la Ciudad de México. Gaceta Oficial del Distrito Federal. 31 de Enero de 2012.

[2] Biblioteca de la Medicina Tradicional UNAM. Disponible en: http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/intro_atlas.html

[3] NORMA Oficial Mexicana NOM-248-SSA1-2011, Buenas prácticas de fabricación para establecimientos dedicados a la fabricación de remedios herbolarios.

Sobre el autor

2 Comentario

    • Vivis -

    • 15 junio, 2019 / 02:03 am

    Estoy comenzando a explorar este maravilloso mundo herbolario y quisiera me Guiaran donde puedo encontrar buena informacion y emprender todos los ptincipios activos de las plantas, en que situacion pueden sanar etc. Tanto como contraindicaciones.
    Sin mas y agradeciendo

    • Mónica Mercado. -

    • 30 mayo, 2017 / 21:18 pm

    En frente del Hospital Civil de Guadalajara y de la iglesia de Belén, esta el jardín botánico, que una vez sirvió para preparar remedios a “la humanidad doliente”. Es una pena que no se le haya dado cuidados, seguimiento y difusión como tal. Sin embargo, las mamas tapatías (que no son adolescentes claro) todavía usan los tés de yerbabuena, manzanilla, etc. y conocen los beneficios de la calendula para la piel y el chaparro amargo para las amibas, o el te de hojas de guayabo para las lombrices. Es interesante también la visita al Mercado de San Juan de Dios, donde existes yerberias que ofrecen combinaciones con múltiples propiedades, sin embargo habrá de tenerse en cuenta las interacciones de plantas con medicamentos alopatas y que en general no está normada la cantidad “segura” de dosis de estas plantas,especialmente en niños.

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