La artista nació en el estado de Veracruz y forma parte de la generación del baby-boom. Su seudónimo, en parte, hace referencia a sus orígenes pues desciende de la comunidad francesa establecida en San Rafael, Veracruz, estado que recibió una fuerte inmigración francesa en varios momentos de su historia.

Blue Roussel decidió tomar este nombre en reconocimiento a Fina Roussel, su abuela materna, quien fue parte de aquellas mujeres de origen francés que con valor, trabajo y un espíritu inquebrantable lograron construir un hogar en la selva inhóspita de Veracruz. Aunque heredera de estas cualidades, la vocación infantil de Blue Roussel hacia la pintura tuvo que esperar mucho tiempo antes de expresarse plenamente. Las circunstancias hicieron que le diera prioridad al trabajo científico antes que al arte, aún cuando su “yo” artístico siempre ha estado presente y se ha afirmado con el paso del tiempo.

Blue Roussel es uno de esos seres extraordinarios que ha tenido la fortuna de vivir a la vez en dos mundos, aparentemente, paralelos: ciencia y arte. Resulta muy interesante que posea y domine esta doble capacidad de disponer a la par de la creatividad intelectual, del rigor científico, y disfrutar de la creatividad artística, basada en su sensibilidad, la paz del espíritu y las imágenes que le ofrecen el subconsciente y su cómplice, la imaginación.

Indudablemente, el punto común entre la ciencia y el arte reside en que ambos requieren de una gran creatividad. Y para ella, ambas actividades proveen un gran placer por la complejidad de pensamiento que requieren.

El trabajar en el ámbito científico, le ha permitido adquirir una visión artística de lo microscópico, de la estructura y de la simetría de la materia. Las estructuras moleculares han sido fuente de inspiración estética, marcaron su subconsciente y han guiado sus dibujos. De igual forma, el uso de las computadoras para escribir, dibujar, calcular y manipular imágenes en su trabajo científico la inspiró para realizar dibujos fantásticos en donde el juego tiene que ver con la simetría.

La artista recalca que el ser humano tiene una predilección por la armonía y la simetría, hacerla y deshacerla, resaltarla o desvanecerla a voluntad es el medio que ella ha elegido para expresarse. Para ello, ha explorado de forma autodidacta las técnicas visuales y hace un uso libre de las técnicas mixtas. La tinta china, la acuarela, los lápices de colores, la pluma, el pastel y cuanto material encuentre a su alcance, aunados a la fotografía y a la informática se transforman en sus mejores aliados. Es así como descubrimos que Blue Roussel también se ha revelado como una gran fotógrafa, y sus temas predilectos siempre están en lo infinitamente pequeño de la naturaleza. En muchas ocasiones, agranda una flor minúscula que luego de algunas manipulaciones informáticas convierte en extraordinaria obra. Suele hacer variaciones sobre un mismo tema utilizando el color como elemento transformador.

Cabe recordar que el color existe gracias a la luz. Cada color, en manos de la artista, produce sensaciones y emociones únicas al ritmo de la frecuencia de vibración de la luz. El efecto es similar al que producen las vibraciones de un instrumento musical. Asistir a una de las exposiciones de Blue Roussel es semejante a asistir a un concierto. Ella nos recuerda que no debemos dejar de asombrarnos frente a un fenómeno como la luz que aparece tan cotidiano y simple, y que sin embargo, es el medio en el cual vivimos y que nos permite apreciar nuestro mundo. El color nos viste, nos emociona y da sentido a nuestra cultura.

La combinación de colores permite a Blue Roussel realizar tanto obras planas y de colores tenues, como otras en donde parece que el color explota y sale del cuadro. Es notable la gran capacidad de la artista para abstraer la realidad y jugar con la superposición o desarticulación de las formas.

Así como le gusta engrandecer y hacer visible lo pequeño, encuentra también una expresión artística en el arte efímero, en los fragmentos de un muro, en los brotes de hojas en el desierto, en las manchas sobre la arena de la playa. Resaltar lo inesperado de una mancha y volverlo una obra de arte ha sido uno de sus grandes aciertos.

La ciencia la llevó a vivir en Francia y, en aquellos años europeos, frecuentó los círculos de muchos artistas en Toulouse; esta convivencia también marcó su afición posterior al dibujo y a la acuarela. Otra de sus fuentes de inspiración de aquellos años y, dentro del ámbito científico, fue Robert Wolf, dibujante extraordinario y gran científico francés, quien marcó la vida de todos aquellos que tuvieron el privilegio de trabajar con él y verlo realizar, inconscientemente, dibujos de una gran originalidad mientras escuchaba las discusiones científicas, las presentaciones de tesis o las conferencias.

Otras fuentes de inspiración de la artista, además de las originadas en la ciencia, han sido los pintores modernos del siglo XX, que le han permitido desarrollar una pintura íntima, de líneas y colores simples. Picasso, Klee y principalmente Miró, influyeron su pintura y le dieron la llave para expresarse y dejar rienda suelta al color y a las líneas.

Las pinturas que aquí hemos reproducido son una muestra de la variedad de estilos con las que cuenta Blue Roussel; para ella tanto el arte como la ciencia sólo existen si se exponen y se divulgan. Se requiere que los demás se los apropien, los cuestionen y los admiren para trascender. El conocimiento logrado individualmente y que permanece en la intimidad del autor, es efímero y desaparece con su creador. El arte y la ciencia son actividades intensamente colectivas a pesar de que se expresen en una persona o en un grupo pequeño, son producto del conocimiento de las generaciones que nos antecedieron y de las contemporáneas que nos aportan ideas y cuestionamientos.

La inmensa colección de obras de la pintora se ha mostrado en su propia Galería, así como en diversas exposiciones temporales en Toulouse, Francia, y recientemente en algunos estados de la República.

Para terminar, quisiera resaltar que Blue Roussel es una mujer incansable, emprendedora, intrépida, sencilla y divertida bajo su apariencia seria. Su éxito como artista y científica radica en su excepcional generosidad y en su fe absoluta en el  ingenio humano como instrumento de poder. Hoy, el orden que había regido su vida se ha invertido, el arte está ganando peso sobre la ciencia. Se volvió pintora, para su placer y el de los demás. Sin embargo, está lejos de quedar atrás su  seudónimo científico: Rosalinda Contreras Theurel. C² 

Claudia Mascarua, es acuarelista y crítica de arte,  traductora profesional graduada en el Colegio de México y Maestra en Literatura Francesa graduada en la UNAM.

Sobre el autor

Claudia Mascarua

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