Vísteme despacio que tengo prisa, solía decir mi abuela.
Y como a menudo el saber popular se revela envidiablemente lúcido, nos hemos tomado un tiempo prudencial de reflexión antes de hacer públicas algunas consideraciones sobre la presente edición del Concurso Literario Internacional Ángel Ganivet. Una edición bastante especial que nos ha reservado gratas sorpresas, como veremos más adelante.
Pasados ya unos días desde que cerramos el periodo de recepción de obras ‒el 15 de julio, como marcan nuestras bases‒, superado el ajetreo inicial y gozando ya de una perspectiva global, a la espera del fallo definitivo que se hará público el 21 de noviembre, estamos en condiciones de ofrecer, como cada año, un sucinto resumen de nuestras primeras impresiones sobre la edición en curso.
Hemos obtenido la más alta afluencia de participantes que se haya registrado jamás.
Como primer dato conviene hacer notar que este año, con 1454 trabajos presentados, hemos superado ligeramente la cifra de participación de nuestra convocatoria de 2017 ‒centrada en el género poético‒, hasta el momento la más concurrida. Es decir que hemos obtenido la más alta afluencia de participantes que se haya registrado jamás en la historia del certamen, considerando en conjunto las convocatorias de prosa y poesía.
Esto, teniendo en cuenta que el cierre de recepción de obras a concurso se ha producido en periodo vacacional para muchos y coincidiendo, además, con un fin de semana ‒en concreto con un domingo‒, por si fuese poco casi monopolizado por la final de la Copa Mundial de Fútbol ‒un evento con el que cualquier actividad cultural compite en franca inferioridad de condiciones‒, nos parece extraordinario. Las cifras, sin duda, superan con creces las expectativas más optimistas.
No es por banal triunfalismo que hacemos hincapié en esta circunstancia; sino porque estimamos que, por ello, debemos aún mayor gratitud si cabe a nuestros participantes.
Nos preocupan las personas, pero también la naturaleza…
Ciertamente, el alto número de concursantes se justifica en parte por el envío del material a través de Internet que marcan nuestras bases. Se trata de una fórmula de entrega por la que nuestro certamen optó desde sus mismos orígenes, doce años atrás. En este sentido creemos haber sido pioneros, pues entonces eran muy pocos los eventos de esta naturaleza que permitían la participación por correo electrónico. Ya en su momento actuamos movidos por convicciones bien precisas, siguiendo criterios sopesados en profundidad previamente. Nos preocupan las personas, pero también la naturaleza: haremos todo lo que podamos para protegerla, incluyendo tomar medidas reales para reducir la tala de árboles. Además, y no menos importante, desde el comienzo nos impulsó el deseo de facilitar la participación a cuantos escritores quisiesen dejar en nuestras manos sus obras. Pensamos que este método de recepción, en consonancia con los avances tecnológicos que nos han regalado los siglos XX y XXI, no penalizaría a ningún concursante por sus circunstancias geográficas o económicas; que se convertiría en el menos discriminatorio o elitista. Doce años después, creemos que la experiencia nos ha dado la razón. En efecto, los gastos en copias y correo postal que a menudo la participación en eventos de esta naturaleza generan, se vuelven difícilmente abordables para personas que aun no disponiendo de grandes recursos económicos, rebosan vocación y talento, cuyas voces merecen ser escuchadas y cuyo compromiso y pasión han de tener oportunidad de verse recompensados. Sería lamentable que tanto potencial se desperdiciase injusta e innecesariamente.
Somos conscientes, por tanto, de que la participación por correo electrónico atrae a muchos escritores. No obstante, al margen de ello, advertimos la simpatía de numerosos concursantes que participan año tras año. Su fidelidad no nos pasa desapercibida y queremos creer que ella se debe no sólo a motivos prácticos, sino a razones mucho más profundas. Confiamos en que sean conscientes de que para nosotros este evento tiende, dentro del marco de la literatura, lazos humanos, y que por tanto lo afrontamos con toda la seriedad, respeto y afecto que merece. Creo que realmente nos hemos ganado su confianza porque han podido constatar a lo largo de los años, doce ya, que nuestro único objetivo es promocionar la literatura de calidad y dar visibilidad a los autores que la hacen posible. En ello invertimos, con enorme satisfacción, muchísimo tiempo y energías.
Por cuánto respecta a las cuotas concretas de participación, esta edición nos ha deparado sorpresas que, sinceramente, nadie podía prever. Que, de hecho, todavía nos cuesta asimilar y creer. Ya el pasado año nos ocupamos de intensificar la labor de difusión de nuestras bases en países que hasta el momento sólo habían participado de forma minoritaria. Efectivamente, como consecuencia de ello, conseguimos un aumento sustancial en los concursantes de estas nacionalidades y estábamos muy satisfechos al respecto. En la presente edición, afortunadamente, esa tendencia se consolida por cuanto respecta a salvadoreños, panameños, costarricenses, puertorriqueños y guatemaltecos. No obstante, este año las cifras relativas a Ecuador han dado un vuelco absolutamente inesperado. Los participantes ecuatorianos, superando cualquier pronóstico razonable, han sido 114. Esto supone un aumento del 335,29 % respecto al año pasado. Es decir que los ecuatorianos han triplicado largamente su presencia en el certamen. Sin duda, contemplando todos los datos de participación, éste es el más llamativo con creces.
Entendemos que ello es fruto, en buena medida, de la activa colaboración de tantas instituciones públicas que, a instancias del gobierno ecuatoriano, han decidido implicarse en la divulgación de nuestras bases. Una voluntad de respaldar nuestro evento que se selló definitivamente al manifestar la embajada de Ecuador en España su firme compromiso con este certamen, entre cuyos colaboradores este año se cuenta.
En la presente edición, difundieron nuestra convocatoria por Internet…
Así, en la presente edición, difundieron nuestra convocatoria por Internet, en sus páginas oficiales, organismos tan importantes para la promoción de la cultura en el país como la Universidad de Cuenca (Ecuador) o la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”. Y todo ello ha sido posible gracias a la labor del Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador, que generosamente actuó, en diversos espacios culturales y de educación de la nación, haciéndose eco de nuestras bases a través de sus propios canales oficiales. Con excelentes resultados, además, a juzgar por lo que hemos podido constatar. Lo mismo se puede decir de la Embajada en Ecuador en España y de las que el país tiene distribuidas en otras regiones de todo el mundo, cuyo poder de convocatoria se ha puesto de manifiesto.
Queda demostrado, una vez más, cuán determinante se revela el respaldo de los gobiernos, a través de sus diversos organismos asociados a la cultura y la educación, en la promoción de la literatura entre los ciudadanos. Y al mismo tiempo, el compromiso adquirido por las administraciones con eventos culturales como el nuestro se demuestra fiel reflejo del peso que estas conceden al patrimonio cultural de los países que dirigen. Ese compromiso rubrica una elocuente declaración de intenciones y prioridades, demostrando si un gobierno valora realmente a sus escritores, si se enorgullece de ellos y los considera o no excelentes embajadores para la cultura y tradiciones de sus respectivos estados.
Un claro ejemplo lo ofrece el gobierno de México, con cuyo respaldo tenemos el privilegio de contar casi desde nuestro mismo nacimiento. Desde la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Educación Pública, así como desde diversas Universidades y otros organismos como sus embajadas en el exterior, México siempre se ha mostrado especialmente activo en la difusión de nuestra convocatoria, y el resultado ha sido una permanente amplia participación de sus ciudadanos y un buen número de premios obtenidos en nuestro evento por autores mexicanos.
Pero volviendo a las cifras de participación del presente año y para ir cerrando con este apartado, constatamos que españoles, argentinos y mexicanos siguen siendo los más presentes, seguidos de colombianos, ‒por primera vez‒ ecuatorianos, venezolanos y cubanos. Los datos pormenorizados, con las cifras concretas, se ofrecerán al momento del fallo.
Habitualmente recibimos participaciones procedentes de prácticamente de todo el mundo.
Advertimos, como siempre, una presencia meramente testimonial ‒pero elocuente por cuanto revela respecto al creciente interés por el español como segunda lengua‒ de participantes nacidos y residentes en países de habla no hispana: Brasil, Estados Unidos, Bélgica, Marruecos, Cabo Verde, Francia, Bulgaria, Níger… Porque hemos de recordar que nuestro certamen, en su afán por promover no sólo la literatura en esta lengua sino también el propio idioma, no está abierto sólo a nativos de países hispanohablantes, sino a cualquier autor de cualquier nacionalidad y lugar de residencia que escriba en lengua hispana. De hecho, habitualmente recibimos participaciones procedentes de prácticamente de todo el mundo.
De igual forma, como no sólo pensamos que la buena literatura no conoce fronteras sino que tampoco tiene edad, estamos abiertos a la participación de menores, que han hecho notar su presencia también en esta edición. Ello nos ha permitido constatar, con enorme satisfacción, un temprano interés hacia las letras que de seguro se fortalecerá con el tiempo.
Somos muchos los que remamos con energías para que este barco llegue a buen puerto. Naturalmente, la colaboración de las embajadas ha sido, como cada año, determinante. En este sentido, queremos agradecer muy especialmente su confianza a las embajadas de Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y República Dominicana en España, con cuyo apoyo contamos este año.
Un reconocimiento muy especial va para la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que por segundo año consecutivo respalda nuestra labor, y que además se ha brindado generosamente a hospedar en su sede de Madrid nuestra próxima entrega de premios. No podíamos contar con mejores anfitriones.
Gracias también al resto de organismos que nos honran con su colaboración: a la Universidad de La Plata (Argentina), Universidad de Oviedo (España), Universidad de Guadalajara (México), Universidad Simón I. Patiño (Bolivia), Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, Academia de Buenas Letras de Granada, Academia de las Ciencias, las Letras y las Artes Abulenses, Institución Gran Duque de Alba (Excma. Diputación Provincial de Ávila), Institutum Pataphysicum Granatensis, Academia de Juglares de Fontiveros y, naturalmente, a nuestro patrono de honor y primer impulsor, la Universidad de Helsinki (Finlandia).
Además queremos reconocer públicamente, una vez más, la labor de cuantos colaboran en la difusión de nuestras noticias: Ministerios, Universidades, Academias, Ayuntamientos, bibliotecas, revistas literarias, prensa escrita y digital y otros medios relacionados con la cultura. En deuda estamos también con todos aquellos que a título personal deciden hacerse eco de este evento a través de sus redes sociales, webs o blogs.
Gracias a nuestros jurados, sin cuya escrupulosa labor este evento no sería posible…
Gracias, para acabar, a nuestros jurados, sin cuya escrupulosa labor este evento no sería posible; a nuestro retratista, Alejandro Cabeza, que pone a disposición de nuestro ganador su talento y experiencia, y, sobre todo, a vosotros, autores, sin cuyo compromiso hacia la literatura esta aventura no tendría sentido.
Y ahora, por fin, ha llegado el momento de que vuestros textos pasen a manos del jurado.
Como cada año, para poder ofrecer a nuestros participantes un juicio sólido e imparcial, el mismo estará compuesto por prestigiosos especialistas que desarrollan sus respectivas actividades en diversos campos relacionados con la literatura: docentes, investigadores del hecho literario, académicos y escritores. Como viene siendo habitual, nuestros jurados, cuyos nombres se darán a conocer al tiempo que el acta de fallo, proceden de diversos países de lengua hispana, de tal forma que las múltiples variedades dialectales y sensibilidades locales reciban toda la atención que merecen. Serán ellos, nuestros jurados, que cuentan con toda nuestra confianza y gratitud, quienes, tras un escrupuloso análisis de cada uno de los textos a concurso, ofrezcan un veredicto.
Entramos ahora en periodo de profunda reflexión hasta alcanzar el ansiado fallo, que facilitaremos el 21 de noviembre. Os emplazamos a consultar la información que ofreceremos en nuestra web https://sites.google.com/site/concursoliterariointernacional y redes sociales @ConcursoLiterarioInternacionalAngelGanivet / @Angel_Ganivet . Os recordamos que también podéis contactar con nosotros en todo momento a través de nuestra dirección de correo electrónico concursoliterarioaganivet@gmail.com.
Esperamos contar con el privilegio de seguir recibiendo vuestras valiosas obras en futuras convocatorias.
Salomé Guadalupe Ingelmo
Coordinadora del Concurso Literario Internacional Ángel Ganivet