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Fotografía 1.- Retrato de Dioscórides. Fuente: Wikimedia Commons.

Pedanio Dioscórides (c. 40 d.C-c. 90 d.C.), más conocido como Dioscórides (Fotografía 1), fue un médico, farmacólogo y botánico griego contemporáneo de Nerón y natural de Anazarba. Una ciudad que, perteneciente a la antigua provincia romana de Cilicia, se ubicaba en lo que hoy es Turquía.

Formado al parecer en las prestigiosas escuelas médicas de Tarso, que era famosa por sus investigaciones en el campo de la farmacología, y Alejandría, Dioscórides terminaría trabajando como cirujano militar. Algo que le permitiría conocer lugares tales como Grecia, Egipto y Palestina y, además, adquirir gran parte de los conocimientos que quedaron registrados en la obra a la que dedicamos el presente artículo. Y con esto nos referimos a Ðåñé õëçæ éáôñéêç (Peri hyles iatrikes) (MIGUEL, 1999; SINGER, 1927). Es decir, a ese libro que en latín se conoce como De materia medica y en castellano como Acerca de la materia médica o, simplemente, como el Dioscórides.

 

El Dioscórides original: antecedentes, datación y particularidades

Todo apunta a que De materia medica fue escrita en torno al 65 d.C. Por otro lado, hay que decir que esta obra es básicamente un exhaustivo y extenso tratado que proporciona información sobre 579 plantas, 61 animales, 102 minerales (piedras y tierras) y 72 preparados o sustancias de origen vegetal, animal o mineral (por ejemplo, vinos, leche, orina, grasa, . . . ), a los que Dioscórides atribuye propiedades curativas. Información que el anazarbeo organiza en 5 libros o volúmenes que están dedicados a lo siguiente:

 

– Libro I: árboles, plantas aromáticas, aceites y perfumes.

– Libro II: plantas no arbóreas y remedios derivados de los animales.

– Libros III y IV: plantas no arbóreas.

– Libro V: vinos, aguas y remedios de origen mineral.

Con lo cual puede decirse que la mayoría de los conocimientos atesorados en De materia medica entran dentro de lo que son los campos de la fitoterapia y la etnobotánica.

Sería injusto afirmar que la obra de Dioscórides es totalmente original pues a la hora de documentarse para escribirla su autor tuvo en cuenta, entre otras cosas, textos médicos que databan probablemente de época alejandrina (concretamente, de los ss. III-I a.C.). Sin embargo, y pese a esto, hay que reconocer que De materia medica se basó principalmente en el meticuloso trabajo de recopilación de datos que nuestro docto galeno pudo llevar a cabo gracias a su condición de hombre de armas. Y es que, entre costura y vendaje, a Dioscórides todavía le quedó tiempo para recorrer los campos del Mediterráneo oriental con el fin de observar y hasta de recoger muchas de las plantas que luego estudiaría. Plantas a las que añadiría otras que le llegaron a través de las rutas comerciales romanas. Nos referimos a ciertas especies botánicas que procedían de la costa atlántica africana y del África subsahariana, de las Islas Británicas, de la India, del Himalaya e, incluso, del Extremo Oriente.

De materia medica abre siempre las secciones dedicadas a vegetales con las correspondientes descripciones botánicas.

Con el fin de que el lector pueda identificar las plantas de las que se está hablando, las secciones de De materia medica dedicadas a vegetales se abren siempre con las correspondientes descripciones botánicas. Por otra parte, hay que decir que, a la hora de clasificar las plantas, Dioscórides se aleja de la taxonomía clásica ya que no tiene en cuenta las características morfológicas de las mismas sino sus propiedades y usos. Lo cual no es óbice, sin embargo, para que reconozca familias botánicas tales como la de las umbelíferas.

De materia medica insiste en la importancia de observar las plantas en todas las fases de su ciclo vital y en sus hábitats naturales, explicando cómo y dónde recogerlas. En otro orden de cosas, el libro también ofrece información sobre propiedades medicinales, indicaciones terapéuticas, modos de empleo, dosis, condiciones de conservación, potencial toxicidad, . . . , de las mismas. Información toda ella que, según Dioscórides, se basa siempre que ha sido posible en el examen directo y la experimentación personal. Lo cual es realmente interesante.

En lo que a su planteamiento científico respecta, conviene resaltar que De materia medica resulta muy moderna pues, cuando hay dudas sobre la eficacia de una planta o ésta se utiliza como talismán, se da cuenta de ese uso pero guardando las distancias con expresiones del tipo:

 

“Cuentan que . . . ”.

O:

“Se dice que . . . ” [LÓPEZ EIRE (dir.), 2014].

Lo anterior da una idea de la talla como investigador de Dioscórides quien, por cierto, no se inhibe cuando en el prólogo de su tratado alude a la cuestionable sabiduría fitoterapéutica de algunos de sus colegas de profesión.

Ya hemos mencionado la existencia de textos farmacológicos griegos anteriores a De materia medica. Ahora bien, lo que hay que dejar claro es que, en general, estos trabajos no eran más que compilaciones bastante caóticas que no estaban ni mucho menos a la altura de la novedosa obra de Dioscórides, quien desde el primer momento tuvo como objetivos el orden y la precisión.

 

De materia medica y sus versiones medievales: el Codex Vindobonensis

Debido a su gran calidad científica, De materia medica muy pronto se convertiría en una obra de obligada consulta para médicos, farmacólogos y botánicos.

Debido a su gran calidad científica, De materia medica muy pronto se convertiría en una obra de obligada consulta para médicos, farmacólogos y botánicos. Y no sólo para los griegos y romanos de época clásica tardía; también, para los bizantinos, los árabes y, sobre todo, para los europeos de la Edad Media. De ahí que no tardara en ser copiada, traducida, parafraseada, extractada y citada hasta la saciedad, influyendo en autores tan importantes como el mismísimo Galeno (130 d.C.-c. 200/216 d.C.), médico griego de sobra conocido por todos.

Tantas son las versiones del Dioscórides conocidas hoy en día que, dadas las limitaciones de espacio, no va ser posible estudiarlas aquí todas. Por eso, lo que haremos será hablar, sin entrar en profundidades, de aquellas que bien por razones cronológicas o lingüísticas o bien por haber resultado especialmente influyentes pueden ser consideradas más interesantes.

Fotografía 2.- Retrato de Dioscórides incluido en el Codex Vindobonensis o Dioscórides de Viena. La mujer que acompaña al sabio en esta representación parece ofrecerle una mandrágora (Mandragora officinarum L., Solanaceae), la planta mágica por excelencia. Fuente: Wikimedia Commons (http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/e2/ViennaDioscoridesAuthorPortrait.jpg/894px-ViennaDioscoridesAuthorPortrait.jpg?uselang=es).
Fotografía 2.- Retrato de Dioscórides incluido en el Codex Vindobonensis o Dioscórides de Viena. La mujer que acompaña al sabio en esta representación parece ofrecerle una mandrágora (Mandragora officinarum L., Solanaceae), la planta mágica por excelencia. Fuente: Wikimedia Commons.

La copia más antigua de De materia medica conservada se halla depositada en la Biblioteca Nacional de Austria y forma parte del llamado Codex Vindobonensis (de Vindobona, Viena en latín) o Dioscórides de Viena (Fotografía 2). Un lujoso manuscrito bizantino que data de aproximadamente el 512 d.C. y que fue hecho por encargo para la patricia romana Anicia Juliana. En este códice el De materia medica original ha sido ampliado con datos tomados de los escritos de Galeno y del médico, farmacólogo y botánico griego Cratevas (s. I. a.C.). Por otro lado, todo apunta a que los nombres de las 267 plantas citadas en este texto, que además de en griego aparecen en lenguas tales como el latín, el egipcio o el dacio, proceden del trabajo del lexicógrafo Pánfilo de Alejandría (s. I d.C.).

Fotografía 3.- Una de las ilustraciones del Dioscórides de Viena. Fuente: Wikimedia Commons (http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/30/ViennaDioscoridesPlant.jpg?uselang=es).
Fotografía 3.- Una de las ilustraciones del Dioscórides de Viena. Fuente: Wikimedia Commons.

Al parecer, el primer Dioscórides carecía de imágenes. Pues bien, esto es algo que no pasa con el de Viena, que si por algo destaca es por sus magníficas ilustraciones a todo color (Fotografía 3). Más de 400 dibujos, muchos de ellos de gran formato, que hacen gala de una calidad tal que servirían de modelo para los grabados de algunos de los más importantes herbarios renacentistas.

De materia medica se traduciría por primera vez al latín en el s. VI. En cuanto a la versión árabe del tratado, ésta vería la luz en el Bagdad del s. IX y sería obra de, entre otros, Hunayn ibn Ishaq (809-873), uno de los mejores traductores científicos de todos los tiempos (Fotografía 4).

Fotografía 4.- Ilustración de una traducción árabe del Dioscórides que data de c. 1200. Fuente: Wikimedia Commons (http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d5/Dioscorides00.jpg?uselang=es
Fotografía 4.- Ilustración de una traducción árabe del Dioscórides que data de c. 1200. Fuente: Wikimedia Commons.

 

En el año 948 el emperador bizantino Romano II regaló al califa de Córdoba Abderramán III un bello Dioscórides ilustrado. Lo malo es que la copia resultó estar escrita en griego y los cordobeses no conocían este idioma. De ahí que en el 951 llegara a al-Ándalus Nicolás. Un monje arábigo-parlante que, enviado por el emperador, se encargaría de enseñar la lengua de Homero a los médicos del califa. Éstos, junto con su maestro, al que llegarían realmente a apreciar, prepararían una nueva traducción al árabe de De materia medica, la cual tuvo una gran importancia porque, aparte de contar con correcciones, puso las enseñanzas de Dioscórides al alcance de los españoles.

 

La imprenta y el Dioscórides

Centrándonos ya en las ediciones impresas de De materia medica, hay que decir que la primera de ellas, que fue publicada en 1478 en Italia por Joannes de Medemblick, era en realidad una versión latina muy adulterada de la obra original de Dioscórides. La cual no se recuperaría prácticamente en su totalidad hasta que en 1499 el insigne humanista-impresor-editor Aldo Manuzio (1449/1450-1515) publicara en Venecia una edición en griego de la misma. Esta edición ejercería una decisiva influencia sobre los estudios farmacológicos y botánicos de la Edad Moderna.

Con la invención de la imprenta aparecerían las primeras traducciones de De materia medica a los principales idiomas europeos. Esas traducciones ya no estaban destinadas única y exclusivamente a especialistas, sino que también iban dirigidas a todas aquellas personas con cierta cultura que desearan ampliar sus conocimientos sobre fitoterapia, botánica o medicina. Lo cual no quitaba para que fueran muy cuidadas. Por otra parte, y teniendo en cuenta el tipo de lector potencial al que estaban destinadas, no es de extrañar que en ellas:

– Los comentarios adquirieran una gran importancia.

– Las ilustraciones fueran muy numerosas.

Fotografía 6.- Portada del Dioscórides de Laguna. Fuente: Biblioteca Digital Hispanica (http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000037225).
Fotografía 6.- Portada del Dioscórides de Laguna. Fuente: Biblioteca Digital Hispanica.

Habría que esperar hasta 1555 para que El Dioscórides pudiera ser disfrutado por los castellano-parlantes desconocedores de las lenguas clásicas. Y esto es algo que debemos al insigne Andrés de Laguna (1499-1559) (Fotografía 5). Un médico y humanista, viajero impenitente, que, partiendo directamente del griego, traduciría y comentaría De materia medica.

El Dioscórides de Laguna, que sería publicado por primera vez en Amberes por el impresor Juan Lacio (1524?-1566), tendría por título original: Pedacio Dioscórides Anazarbeo, acerca de la materia medicinal, y de los venenos mortíferos (LAGUNA, 1555) (Fotografías 6 y 7).

Y muy pronto se convertiría en un auténtico best seller del Renacimiento, una obra que alcanzaría tal éxito que incluso llegaría a influir en autores modernos de la talla del botánico y farmacéutico Font Quer (1888-1964), quien en el prólogo de su Plantas medicinales: el Dioscórides renovado (1962) no tuvo ningún problema en reconocer que a la hora de escribir su libro tomó del de Laguna:

 

“ . . . cuanto de profundo o gracioso contiene este autor renacentista”.

 

Hoy en día, el manual de Don Pío es considerado una obra de obligada consulta para médicos, farmacéuticos, botánicos y etnobotánicos. Con lo cual, podemos decir sin exagerar que, aunque adaptada, De materia medica sigue vigente ni más ni menos que ¡casi 2 milenios después de haber visto la luz! C2

 

Referencias Bibliográficas
  • FONT QUER, P. (1962). Plantas medicinales: el Dioscórides renovado. Labor. Barcelona.
  • LAGUNA, A. de. (1555). Pedacio Dioscorides anazarbeo, Acerca de la materia medicinal y de los venenos mortiferos. Iuan Latio. Anuers.
  • http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000037225
  • LÓPEZ EIRE, A. (dir.) (2014). El Dioscórides Interactivo. Universidad de Salamanca. Salamanca
  • http://dioscorides.usal.es/dioscoridesInteractivo.php
  • MIGUEL, A. (1999). Las ediciones de la obra de Dioscórides en el siglo XVI. Fuentes textuales e iconográficas. In: Pedazio Dioscórides Anazarbeo & A. Laguna, Acerca de la materia medicinal y de los venenos mortíferos. Edición facsimilar de 1566 con estudios de Pedro Laín Entralgo & “al”: LXXVII-CI. Biblioteca de clásicos de la medicina y de la farmacia española. Fundación de Ciencias de la Salud. Madrid.
  • http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc4f272
  • SINGER, C. (1927). The herbal in antiquity and its transmission to later ages. The Journal of Hellenic Studies 47(1): 1-52.
  • BRUBAKER, L. (2002). The Vienna Dioskorides and Anicia Juliana. In: A. Littlewood, H. Maguire & J. Wolschke-Bulmahn (eds.), porzantine garden culture: 189-214. Dumbarton Oaks Research Library and Collection. Washington, D.C.
  • http://www.doaks.org/resources/publications/doaks-online-publications/byzgarden/byzgarch10.pdf
  • GROUT, J. (2014). SPQR (Encyclopaedia Romana): Dioscorides, De Materia Medica. University of Chicago. Illinois.
  • http://penelope.uchicago.edu/~grout/encyclopaedia_romana/aconite/materiamedica.html
  • RETIEF, F. P. & CILLIERS (2000). Review of new modern English “Dioscorides”. Ibidis Press. Johannesburg.
  • WOOD, R. P. A. (2000). Introduction: In: Dioscorides, T. A. Osbaldeston & R. P. A. Wood, De materia medica. Being an herbal with many other medicinal materials. Written in Greek in the first century of the common era. A new indexed version in modern English: xx-xl. Ibidis Press. Johannesburg.
  • http://www.travolekar.ru/arch/diasc_0.pdf

Sobre el autor

Doctora en biología. Investigadora y divulgadora independiente especializada en etnobotánica, con formación autodidacta en historia del arte.

POR:

beatrizteresa.alvarez@alumni.uam.es

Doctora en biología. Investigadora y divulgadora independiente especializada en etnobotánica, con formación autodidacta en historia del arte.

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