© Jesús Carlos Ruiz Suárez
Hay dos formas de luz
una diurna
otra nocturna.
La diurna es la esencia
del sol
el manjar de los ojos
una brisa tan quieta que nos devela el rostro
calor
de seda un tinte
rojo
luz visible
e infrarroja
que alimenta los poros
de la piel tan sedienta
luz violeta que asalta
su muralla
indefensa.
La nocturna
es guardiana de noche
que con cuidado rasga
el espacio y descubre
el cansancio
sin horas
los instantes de magia
más allá del silencio
donde un velo
lo encubre
es invento y presagio
es silueta de nada
es mirada de luna
es un fulgor
que viaja.
Hay dos formas
de luz