Nada binario en mis sentidos
ni axiomas para interrumpir lo devenido.
Duermo vestido/ hasta que me despiertan los calambres.
Me inscribo en una clase nocturna
donde aprendo que el universo es una flecha
sin fin y solo hace una pregunta:
¿Cómo te atreves?
Me falta el centro, pero
dejé de buscarlo o postularlo.
No es que no haya
nada allí, es que lo que hay allí
no es capaz de ejercer
lo que necesito.
Este cuerpo no se ralentiza al pasar
sobre cientos de nudos y espaldas curvas
como una erupción de síntesis / en la fijación de la nada.
Luchando consigo mismo, experimentando consigo mismo,
abriéndose al amor y al deseo,
una chispa prende lo extraño y lo más extraño,
tal vez algún nuevo resplandor.
Los sueños pasan
a través de los velos de los ojos,
luego se cargan disparando al aire
estallando y silbando
se olvidan de la muerte
se triza cualquier espejo
No sé a qué hora morirán todos
No creo haber escrito nunca
la palabra fatalidad, simplemente no encaja.
Cada experiencia parece urgente y a veces
antinatural, como en este momento.
Mi ser está esperando ir al huerto y
comer frutas reales de verdad.
Los deseos no tienen miedo
de tomar su propio color y vida.
En el juicio del universo, preguntaremos:
¿por qué permitiste todo esto?
Y la respuesta será un eco: ¿por qué permitiste todo esto?
Si ofreces una boca triste,
los que te rodean la omitirán.
Después de tantos años aprendí
que un milagro es algo que el universo olvidó
prohibir.
No es posible
santificar nuestros propios fragmentos C2
Ana Repetto -
En esta poesía el autor Conceptualiza términos muy abstractos con una claridad única, Excelente!