La publicación original se encuentra en ‘C&EN En Español’
Tras meses de tormentosa campaña y bastantes días de recuento de votos, el 7 de noviembre ha resultado vencedor de las elecciones presidenciales de EEUU de 2020 el anterior vicepresidente Joe Biden.
Biden y la Vicepresidenta Electa Kamala Harris asumirán el cargo en medio de una pandemia, con la posibilidad de un paquete de ayudas económicas aún en el aire. Estas ayudas, decididas en el Congreso y aprobadas por el presidente, podrían tener considerables repercusiones en la educación superior, la financiación de la investigación, las compañías farmacéuticas y los productores químicos.
Biden ha hablado de dar marcha atrás varias de las órdenes ejecutivas del Presidente Donald J. Trump, lo que podría cambiar rápidamente las políticas de inmigración y climáticas, así como acuerdos comerciales. Biden planea para EEUU volver a adherirse a los acuerdos de París sobre el cambio climático, y parece ser que querría restablecer la presencia de EEUU en la Organización Mundial de la Salud. Volver a formar parte de la OMS es parte del plan de siete puntos desarrollado por Biden y Harris para dominar la pandemia COVID-19 que ha matado ya a cerca de 240000 personas y ha hecho enfermar a más de 10 millones de personas en EEUU. Biden se enfrentará a mayores dificultades cuando su agenda requiera acuerdos con un probablemente dividido Congreso.
Tanto Biden como Harris mencionaron la ciencia en sus discursos de la victoria del 7 de noviembre. “Vosotros elegís esperanza, unidad, decencia, ciencia y, sí, verdad,” dijo Harris antes de presentar a Biden.
Biden siguió con “los americanos nos han llamado para dirigir las fuerzas de la honradez y la equidad. Para conducir las fuerzas de la ciencia y la esperanza en las grandes confrontaciones de nuestro tiempo.”
Estas son las áreas que Biden y Harris han expuesto como prioritarias para cuando tomen posesión el próximo 20 de enero de 2021. Se espera que Biden comience a anunciar nominaciones para cargos ministeriales a finales de noviembre.
COVID-19
Biden anunció el 9 de noviembre la creación de un equipo de trabajo para servir de guía de ayuda en la respuesta de la administración a la pandemia. Está liderado por David Kessler, que encabeza la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU desde los 90 bajo los mandatos de los Presidentes George H. W. Bush y Bill Clinton; Marcella Nunez-Smith, médico de la Universidad de Yale y experta en desigualdades de salud; y Vivek Murthy, antiguo cirujano general bajo la presidencia de Barack Obama. “Los objetivos declarados por el equipo de trabajo son “determinar la salud pública y los pasos económicos necesarios para tener al virus bajo control, enviar ayuda inmediata a las familias trabajadoras, abordar las disparidades raciales y étnicas en curso, y reabrir nuestras escuelas y trabajo de forma segura y efectiva,” de acuerdo con una declaración.
Además del equipo de trabajo, el plan Biden-Harris contempla también convocatorias por un total de 25000 millones de dólares en inversiones en la infraestructura requerida para fabricar y asegurar una distribución equitativa de la vacuna contra el COVID-19. La capacidad de fabricar millones de dosis de la vacuna y la pregunta de a quién debe administrársela en primer lugar han sido problemas de salud pública ya que varias compañías han impulsado ensayos clínicos con varios candidatos a vacuna.
Biden también ha destacado que el proceso por el que se apruebe el uso de una vacuna debería estar libre de políticas y que los datos de seguridad y eficacia deberían ser de acceso libre por el público, y ha hablado varias veces de asegurar que los tratamientos de COVID-19 tengan un precio justo.
Este plan debería igualmente restablecer el programa de vigilancia de enfermedades infecciosas, denominado PREDICT, que quedó sin financiación durante la era Trump. Tracey Goldstein, investigadora de la Universidad de California en Davis, y una de las líderes de PREDICT, comenta a C&EN que el trabajo de este programa ayuda a identificar virus en animales a lo largo de todo el mundo que podrían saltar la barrera entre especies, como parece que acaba de hacer el SARS-CoV-2, el patógeno que causa COVID-19.
Recuperación económica
Seguro que las compañías químicas no estarán interesadas en el plan de Biden para revertir algunas de las rebajas fiscales de Trump para corporaciones, pero deberían encontrar muchas más cosas de su agrado en el plan de recuperación económica del presidente electo.
Una de las iniciativas de este plan es la inversión en infraestructuras modernas y energía limpia. Muchas grandes compañías químicas producen polímeros utilizados en construcción, y muchas firmas proporcionan los materiales necesarios para construir paneles solares, turbinas de viento, plantas de hidrógeno y baterías, así como prolongar la vida de las plantas de energía nuclear. Asimismo, una segunda iniciativa, consistente en construir cadenas de suministro locales, debería beneficiar a las compañías farmacéuticas de EE. UU. que dependen en gran medida del suministro de materias primas desde China y otros suministradores de ultramar.
La industria de EE. UU. estará contenta de dejar atrás las políticas de empresa de Trump. En una declaración, el Consejo Americano de Química, una asociación comercial para compañías químicas, apremia a Biden para revertir las excesivas tarifas que la administración Trump impuso a muchos productos de ultramar.
La declaración también busca recordar al equipo de Biden una verdad económica fundamental: mantener las enormes exportaciones de la industria y la inversión en producción requerirá acceso continuo a gas natural barato extraído de esquistos.
Equidad/Igualdad
Durante el proceso electoral, Biden prometió hacer del combate al racismo sistémico y la desigualdad económica uno de los pilares de su presidencia, y es uno de los objetivos principales de su transición.
En química, esto podría suponer más apoyo para los Colegios y Universidades Históricamente para Negros (HBCUs por sus siglas en inglés), que envían un mayor porcentaje de científicos negros a las escuelas superiores que otros colegas. (Harris es graduada por una HBCU, la Universidad de Howard.)
Peter McPherson, presidente de la Asociación de Universidades Públicas y de Concesión de tierras, comenta en unas declaraciones que ellos “aprecian profundamente el compromiso del presidente electo de financiar adicionalmente las HBCUs y las Universidades e Instituciones destinadas a atender a minorías, para ayudar a instituciones con pocos recursos a llevar a cabo su misión crítica de crear una sociedad más justa e igualitaria.”
Las propuestas de Biden incluyen solucionar la justicia medioambiental, por ejemplo incrementando la inversión en las comunidades negra y latina que están subdesarrolladas y mucho más expuestas a riesgos como contaminación en el aire o el agua. Biden dice que estas comunidades deberían obtener el 40% de toda la inversión en energía limpia.
Otra plataforma crucial para Biden es dar más ayudas para pequeños negocios regentados por gente de color. El propone una serie de inversiones focalizadas en el ámbito público y privado, y dar soporte a pequeños negocios.
Otra área donde Biden ha prometido hacer cambios de calado es la inmigración, algo que ha supuesto una seria preocupación para los científicos. Biden puede revertir de forma inmediata las expulsiones de gente de, fundamentalmente, países musulmanes, restablecer los derechos de los inmigrantes que fueron traídos al país siendo niños, y hacer las cosas más fáciles para que la gente que quiera quedarse pueda hacerlo legalmente, incluyendo los visados de trabajo y para estudiantes que suelen utilizar los científicos. Biden ha prometido empujar en la dirección de una reforma integral de la inmigración, algo que ha estado estancado durante décadas en el Congreso.
Cambio climático
Combatir el cambio climático es una prioridad fundamental para la administración entrante. Esto significa nuevas políticas federales que creen oportunidades para los químicos y los científicos que trabajan con materiales, en un esfuerzo para adaptarse y evitar un calentamiento global aún mayor.
Biden hace un llamamiento a las innovaciones que necesita el conocimiento en química. Además de promover la energía limpia, se buscan nuevas tecnologías para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, un sector energético en EEUU que no emita dióxido de carbono en 2035, y una mayor eficacia energética de edificios y electrodomésticos.
“Ahora sabemos cuál es el objetivo”, comenta Keith E. Peterman, un profesor jubilado de química de la Universidad de Pennsylvania en York que lleva a estudiantes de química a las negociaciones de la ONU sobre cambio climático. “Los químicos vendrán y usarán su ingenio.”
La Organización de Industrias Biotecnológicas ve también oportunidades. Michelle Mc Murry-Heath, Directora General del grupo, dijo en unas declaraciones “Esperamos trabajar con todos los cargos electos, y esperamos tener un diálogo abierto en cómo podemos usar la biotecnología de la mejor manera posible para reducir la emisión de gases de efecto invernadero para nuestro planeta.” C2