La Academia Sueca vuelve a dar otra sorpresa, menos polémica que la del año pasado. Esta vez, el ganador del mayor galardón literario ha sido concedido al escritor Kazuo Ishiguro “por revelar el abismo bajo nuestro sentido ilusorio de conexión con el mundo”.
Escritor de origen japonés, nacionalizado inglés, Ishiguro ha escrito siete obras en un pulcro inglés. Pero también ha explorado otros espacios y estilos menos tradicionales: escribe letras para canciones de jazz y también guiones de televisión para la BBC y el Channel 4. Se ha esforzado en mantener una buena relación entre su trabajo literario y el cine, por ello, varias de sus obras han sido adaptadas a la pantalla grande. Una de las más reconocidas, The remains of the day, logró multiplicar inmediatamente el número de sus lectores, tras disfrutar de esta historia protagonizada por la brillante e impecable actuación de Anthony Hopkins y de Emma Thomson.
La escritura de Kazhuo Ishiguro es una reflexión y una mirada hacia atrás.
La escritura de Kazhuo Ishiguro es una reflexión sobre lo que nos deja la vida, es una mirada hacia atrás para valorar lo que olvidamos en este viaje, es la relación entre la memoria y olvido. Cuando Ishiguro se pregunta a sí mismo “¿qué es lo más importante cuando los seres humanos se dan cuenta de que su tiempo se les está acabando?” Su respuesta es humana y honesta: la amistad y el amor.
Este año, surgió un nombre inesperado fuera de la larga lista de los fieles candidatos al anhelado Premio Nobel de Literatura. En el 2018 se rumorarán los mismos nombres, y como ya está siendo costumbre, la Academia Sueca nos dará otra sorpresa. Tristemente, Leonard Cohen se ha borrado de la lista, pero mantengo la esperanza de que el año entrante me despierte leyendo los titulares de los periódicos y ésta vez, sea el turno de Philip Roth. C2