La educación de los niños y jóvenes es una tarea continua y se desarrolla tanto en los escenarios formales como en los ambientes familiares. En el regreso de los estudiantes a las aulas, después de afrontar un confinamiento prolongado debido a la pandemia (COVID-19), resulta importante identificar posibles cambios y ajustes en los ambientes y prácticas de enseñanza.
La idea es establecer un modelo híbrido que combine actividades presenciales y el trabajo continuo en línea. En la parte presencial se apunta a un ambiente con mobiliario flexible que permita a los estudiantes trabajar y registrar sus ideas en grupos pequeños y también presentar sus dudas y soluciones de problemas a todo el grupo. Es decir, el espacio físico debe ofrecer la posibilidad de tener distribuciones variadas dependiendo de la actividad que realicen los estudiantes incluyendo trabajo en parejas, grupos pequeños y discusiones plenarias.
El maestro coordina el trabajo de los estudiantes y plantea preguntas que los orienten en los procesos de comprensión de conceptos y en la resolución de problemas. Es decir, los maestros necesitan estar en el aula, pero cambiar el papel de ser el que explica y resuelve todo durante la clase a convertirse o ser un coordinador que facilita, promueve y retroalimenta el trabajo de todos sus alumnos. En este ambiente, los estudiantes registran sus ideas y acercamientos a los problemas en pizarras o rotafolios visibles colocados alrededor del salón de clase. Esto permite que todos revisen, compartan y contrasten sus ideas y acercamientos de resolución de problemas con sus pares.
Así, el maestro, en lugar de enseñar y explicar un concepto en el aula y pedir que los estudiantes practiquen y resuelvan problemas en su casa, éste selecciona y asigna la revisión de videos sobre el tema como tarea, y éstos practican y resuelven problemas durante la clase. Ahí, el maestro les proporciona el soporte necesario y despeja las dudas de sus estudiantes relacionadas con la comprensión de ese concepto o la resolución de algún problema.
Un modelo híbrido de enseñanza implica que el maestro seleccione y prepare el material que los estudiantes revisarán previamente a las sesiones presenciales.
En términos generales, un modelo híbrido de enseñanza implica que el maestro seleccione y prepare el material que los estudiantes revisarán previamente a las sesiones presenciales. Además, identifica preguntas importantes que guían a los jóvenes en la revisión de los videos que explican conceptos, en la consulta de contenidos de plataformas o enciclopedias digitales, y diseña e implementa cuestionarios que evalúen y monitoreen el trabajo y desempeño de los estudiantes.
El trabajo en casa de los estudiantes incluye revisar y discutir con sus pares, vía videoconferencia, las tareas y sus experiencias y dificultades que surjan durante el proceso de consultar los materiales relacionados con la realización de las tareas. En este contexto, los foros de discusión son los espacios para que los estudiantes presenten sus ideas, conozcan las ideas de otros y constantemente refinen y robustezcan sus formas de comprender conceptos y de resolver problemas.
Un acercamiento híbrido de enseñanza privilegia que los estudiantes planteen o formulen preguntas como medio para comprender y resolver problemas. Así la actividad de preguntar permea el comportamiento de los estudiantes y el maestro no solo valora y promueve este acercamiento inquisitivo hacia el aprendizaje; sino que también ilustra y modela como él mismo se interroga y busca diferentes caminos para resolver problemas e implementarlos en las sesiones de clase. C2
JUAN ORTIZ PIEDRA -
me interesan artículos sobre la enseñanza del calculo integral